CALICATURA DEL CONDUCTOR


CALICATURA DEL CONDUCTOR.

EL COMPETITIVO: Su obsesiòn es llegar el primero. Es un imperativo biológico.Sea como sea. Los intermitentes son el juego, el “zig - zag”. Sabe frenar a 100 por hora y “si no te quitas de en medio, te llevo por delante”. Su música predilecta, es el chirriar de los neumáticos. Avasalla, asusta a las “tortugas”, se escabulle ante la policía. El problea se agudiz cuando aparece el “competidor”: “Imbécil, que no me puedes! ¡A chupar rueda! ¡Soy el rey del asfalto!

El psicólogo ve en él “Al competidor nato”, “aspirar a los primeros puestos”, sed de triunfo” que hacen de la velocidad un escape a sus frustraciones y se contituyren en individuos alta y socialemente peligrosos.

EL PREPOTENTE: El automovil es el signo de status, busca admiración o envidia, ostentación de lujo, brillante, metalizado, con antenas parabólicas. Conduce sin mira a nadie, con pose de perdonavidas, seguro de su poder, se cree el rey del zoo rodante.

EL EXPERTO: Su único tema de conversación, su obsesión, el alarde de sus conocimientos mecánicos y automovilísticos, sus únicas lecturas, revistas especializadas, su mayor flustración,”quele falle el coche” (que le falle la mujer/marido, novia/a o amigo/a es menos importante). Fiel a la máquina, mantiene con su coche uan relación cuasi-erótica y pasa con él más tiempo que con su mujer/marido, oir sus latidos, acariciar su piel suave y metalizada, alucinar con su color. Conducir es una forma de sentirse, de realizarse.

EL GUERRERO: es el automovilista agresivo. Conducir es ir a la guerra, es una cuestión de supervivencia. Rostro de ceño funcido, puños apretados, mirada desafiante, actitud provocadora. Susceptible como el que más. Habla, chilla, suelta tacos, insulta. Si se cruza con una mujer que conduce, él, machista como el que más, la humilla, le pide que se aparte. La culpa siempre es de los demás, del rival. El asfalto es la jungla. La carretera, el lugar de batalla. Su coche, su bocina, sus gestos son el arma del combate y el grito guerrero.

EL NIÑATO: Su coche es el aparcamiento – discoteca rodante con el que trata de afirmar su propio yo o compensar sus desajustes sexuales. En el interior intenta liberar su energía libidinosa con la jovencita de turmno convertiendo los asientos abatibles en cama de amor, y su dvd le mantieneen vibración discotequera. El coche es su jinete: Si ve a una joven conductora, coquetea, sonrie, se cruza, la espera en todos los semáforos. Mediente la velocidad pretende reafirmar su virilida y satisface su ansia de conquista.

EL DOMINGUERO: El coche le saac del anonomato cada fin de semana y le permite “cambiar de aires”. El domingo se siente importante, aunque cada domingo actúa como un principeante y un novato: conduce lento, conversa sin parar, quiere verlo todo y continuamente invita al resto a mirar. Detrás de él carabanas , colas, embotellamientos. Él sonríe ¿Qué he hecho yo? Su pretensión es simplemente “llegar” a donde sea e inmediatamente “regresar”.
Cargar el maletero, la baca, y descargar. Pero, en realidad, es tan peligroso como el resto de sus prototipos: conduce con la guardia baja (despreocupardo, descuidado, despistado, sin mirar a nadie, sólo a sí mismo, incluso mucho más a los de dentro del coche que a los de fuera)

FERNANDO GAVILÁN de “La zoología automovilística” Revista de tráfico número 13.

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